Mi mundo se rebela. Es de las pocas veces que no hace lo que yo le digo.
Necesito liberar uno de mis aspectos, pero mi mundo está reticente. Se siente seguro dentro de su protección.
Pero yo estoy a punto de reventar. Corazón y yo estamos de acuerdo, por qué Mente no?
No hago más que agitarme dentro de mi mundo, con toda la pasión de Corazón, para hacer que Mente haga que mi mundo se pronuncie y abandone su guarida. Es cuestión de tiempo, acabará cediendo, pero... qué quedará después de esta agotadora batalla? Yo descansaré; Corazón estará desbocado pero... y Mente?
Corazón aguanta bien, yo estoy agotada, pero Mente no cede.
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