más que temer a la muerte, hay que temer a la vida no vivida.

domingo, 11 de marzo de 2012

Puck

Si nosotros, vanas sombras, os hemos ofendido,
pensad sólo esto y todo está arreglado:
que os habéis quedado aquí dormidos
mientras han aparecido esas visiones.
Y esta débil y humilde ficción
no tendrá sino la inconsistencia de un sueño;
amables espectadores, no nos reprendáis;
si nos perdonais, nos enmendaremos.
Y, a fe de honrado Puck,
que si hemos tenido la fortuna
de escaparnos ahora del silbido de la serpiente,
procuraremos corregirnos de inmediato.
De lo contrario, llamad a Puck embustero.
Así, pues, buenas noches a todos.
Dadme vuestras manos, si es que somos amigos,
y Robin os lo restituirá con resarcimiento.

Anhelo

Ayer soñé
que entre mis dedos se escurrían mis sueños de arena
y mis ojos se tornaron rojos,
llenos de fuego.
Hoy soñé
que entre mis dedos se escurrían mis sueños de agua
y mis ojos se tornaron azules,
llenos de agua salada.
Mañana soñaré
que entre mis dedos se escurrirán mis ilusiones de aire,
y mis ojos se tornarán amarillos,
vacíos y secos.
Tal vez algún día sueñe
que mis dedos están llenos de tierra
y mis ojos volverán a ser verdes,
como la tierra que me vio nacer.

Alma, 19 de enero 2012

Sueños


Los sueños, sueños son.
Desde que nacemos
hasta que morirmos,
más soñamos
que vivimos.
Y perseguimos
fugaces sueños,
que alguna vez
fueron nuestros dueños.

jueves, 8 de marzo de 2012

Y si...



¿Y si durmieras?
¿y si en sueños, soñaras?
¿y si en el sueño fueras al cielo,
y allí cogieras una extraña y hermosa flor?
y si, al despertar...
tuvieras esa flor en la mano?

Samuel Taylor Coleridge (1772-1834)